Tel: (+34) 619281862
E-Mail: illes@illes.cat

ENTREVISTA A SANTIAGO BERUETE

El antropólogo, filósofo y profesor Santiago Beruete presentará su nuevo libro ‘Un trozo de tierra’ el 4 de marzo en el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza a las 12.00 horas. Esta recopilación de relatos pertenece a su serie de publicaciones iniciada con ‘Jardinosofía’ en la que se unen literatura, jardinería, filosofía y educación.

El libro ‘Un trozo de tierra’.

Pregunta: Empezaste a interesarte por la filosofía gracias a un profesor. ¿Cómo fue?

Santiago Beruete: De adolescente era rebelde, pero tenía intereses a los que el instituto no daba respuesta. Después de varias expulsiones, este profesor me metió el gusanillo de la literatura reflexiva más que de la filosofía. Así empecé una vida que me llevaría al estudio de la filosofía para buscar respuesta a las preguntas eternas.

P: Cuidar de un jardín te ayudó a superar una crisis personal. Cuéntanos algo más.

SB: Un hecho fundacional para mí fue que mi madre murió muy joven y nuestra abuela nos crió en un jardín. Fueron un pasatiempo hasta que me enfrenté a una crisis existencial. Me refugié en la construcción de uno y aquello tuvo algo sanador. Encontré que había una correspondencia entre las aspiraciones de la filosofía clásica a la harmonía. Empecé a esbozar textos y escribí ‘Jardinosofía’.

P: Llevas muchos años en Ibiza. ¿Hay influencias de la isla en tu obra?

SB: La isla me permitió dedicar muchas horas a transformar un trozo de bosque en un jardín. También he pasado muchas horas paseando por la naturaleza, que es más accesible que en el norte. Aprendí el gozo sensorial e intelectual de los jardines en Ibiza.

P: Tus libros sobre los jardines los relacionan con el crecimiento personal. Cuando alguien se dedica a ellos, ¿quién cultiva a quién?

SB: Es mutuo. Cuidar de las plantas nos reconecta vital y espiritualmente con la tierra y nos obliga al desensimismamiento, a descentrarnos, favorece el diálogo interior y la paz con uno mismo. Te vas dando cuenta de que cultivar un huerto es una forma de cultivarse a uno mismo y que ver crecer lo que plantamos es una de las fuentes de gozo más genuinas.

El cartel de la presentación de ‘Un trozo de tierra’.

P: ‘Un trozo de tierra’ es la primera incursión en la literatura de tu serie iniciada con ‘Jardinosofía’. ¿Qué tiene este género que no tenga el ensayo a la hora de expresarte?

SB: El ensayo urge a la acción transformadora. La ficción parece que está resignada al fatalismo o a la elegía de un pasado idealizado. Intenté rebelarme contra todo eso y procuré aunar el conocimiento científico con las historias transformadoras y la capacidad para llamar al compromiso social de la literatura.

P: Tus tres libros anteriores y algunos de tus relatos tienen nombres compuestos inventados. ¿Por qué?

SB: Estas obras son difíciles de etiquetar y esto aparece en los propios títulos. Son palabras de nueva creación que intentan iluminar nuevas realidades y que delimitan un campo semántico al que pertenecen muchos de los conceptos que me interesan. Estos términos son la manera de transmitir la simiente de un futuro deseable.

P: A raíz del confinamiento la filosofía entró en el debate social con la pregunta de hasta dónde podía el Estado restringir la libertad ciudadana. ¿Hay más interés por la materia últimamente?

SB: Uno de los niveles de lectura de estos libros es la defensa de la filosofía y los valores que ella implica como el espíritu crítico, la suficiencia racional o la libertad de pensamiento. Creo que la filosofía despierta mucho interés porque la gente sabe que las nuevas tecnologías, los gobiernos y el populismo están poniendo precio a su mente. Para luchar contra eso, las herramientas de la filosofía son esenciales.

Por Miguel González

ILLES.cat

Plataforma literaria en línea

Escribir un comentario